Nuestra colaboración con Blai Mateu y Camille Decourtye comienza en 2011 con Mazut, donde ponemos en diálogo los universos poéticos de Baro d’Evel y de Mal Pelo, en un espectáculo en el que vivimos la potencia de la relación artística y de las visiones sobre la escena. A pesar de la diferencia generacional y venir de disciplinas diferentes, nos encontramos en un lugar que nos es común y donde podemos sumar su trabajo minucioso, visceral y poético con nuestra mirada externa. Un lugar que hemos disfrutado como un privilegio y del que seguimos aprendiendo. Esta relación creativa ha cruzado ya cuatro espectáculos: Mazut, Bestias, y ​​Falaise. Encontrarnos con Camille y Blai nos ha enriquecido, nos sentimos queridos, y somos conscientes de la influencia que hemos generado los unos hacia los otros, compartiendo herramientas que han potenciado el trabajo de cada grupo. La hibridación escénica, huir de los arquetipos, de las disciplinas, es un interés mutuo en la búsqueda de un lenguaje escénico plural. La convivencia con toda la «troupe» de Baró d’Evel durante estos años ha sido intensa y emocionante. El calor de un fuego que calienta el alma. Como hermanos, nos tenemos mucho cerca.

Pep Ramis y María Muñoz.